Detectives privados y custodia de menores

¿Qué tipos de custodias existen?

Existen fundamentalmente dos tipos de custodia de menores.

Custodia exclusiva o monoparental

Es la más habitual en nuestro país, es aquella en la que la guarda de los menores es ejercida de forma exclusiva por uno de los progenitores. Si los niños son menores de 7 años, esta custodia suele otorgarse a en todos los casos a la madre. En cambio, a partir de esa edad, ya entra en consideración el deseo de los hijos. El progenitor que no tenga la custodia tendrá derecho a visitar, comunicarse y pernoctar con los menores según el calendario de visitas establecido y a ser informado por las instituciones de toda la información referente a los hijos. Además, puede estar obligado al pago de una pensión de alimentos a su favor.

Custodia compartida

Ambos progenitores conviven y cuidan a los menores por períodos alternos. En este tipo puede establecerse un domicilio fijo para los hijos o que vayan cambiando y establecerse la convivencia por períodos iguales o distintos.

¿Puedo pedir una revisión de convenio regulador?

Si no estás de acuerdo con la resolución judicial, podrás intentar probar que el tipo de custodia establecida no es la más beneficiosa para los menores. Podremos obtener pruebas gráficas y documentales con las que se muestre que el otro progenitor está incumpliendo sus deberes o está siendo negligente en relación con el menor. Este informe podrá ser aportado a la demanda de modificación del convenio. El juez valorará dichas pruebas y resolverá si es necesario modificar en el convenio el tipo de custodia pasando, por ejemplo, de una custodia exclusiva a una custodia compartida.

Las situaciones más frecuentes que motivan una modificación de medidas son:

• Cambio en las condiciones económicas de uno de los progenitores: el que tenía trabajo lo ha perdido y no puede hacer frente a la pensión acordada, o al contrario, ahora ha mejorado su situación económica y se solicita un incremento en la aportación.

• Cambio de custodia exclusiva a compartida: En este caso deberá demostrarse que esta circunstancia es más beneficiosa para los hijos.

• Supresión de pensión de alimentos a hijos que ni estudian ni trabajan: Los tribunales establecen un periodo de un año a contar desde el abandono de estudios por parte del hijo y sin que este haya intentado acceder a un empleo o lo haya rechazado de forma injustificada

Por tanto, las medidas nunca son inamovibles, sino que pueden y deben adaptarse a las circunstancias de cada momento. Todo en aras del bienestar de tus hijos.