Diferencia entre mutua y aseguradora
Compañía de seguros, mutualidad de previsión social, mutua de seguros… No siempre es fácil manejarse en este tipo de vocabulario del sector de los seguros. Aquí te explicamos las diferencias entre estos términos para ayudarte a elegir la opción más adecuada para ti.
Mutua y compañía de seguros: ¿cómo distinguir una de la otra?
Estas entidades se diferencian en dos aspectos principales: su finalidad, y su funcionamiento.
La compañía de seguros es una empresa con fines de lucro, que busca conseguir el máximo beneficio para sus accionistas. Es decir, los beneficios económicos van a los accionistas y no a los asegurados. Por tanto, se realiza una elección de asegurados en base al perfil que mayores beneficios puedan aportar a la empresa.
Las compañías de seguros se dividen principalmente en dos grupos:
- Compañías de seguros tradicionales: Estas poseen una red de agentes de seguros que ofrecen los productos a clientes potenciales.
- Compañías de seguros directas: Se puede decir que son la evolución de las compañías de seguro tradicionales. Estas ofrecen al cliente un contacto más directo a través de la vía telefónica o de las ventas online.
Las mutuas de seguros, en cambio, son empresas sin ánimo de lucro que se basan en el principio de mutualización y solidaridad. Es decir, los asegurados contribuyen y se aseguran entre sí en caso de siniestros.
Aquí no hay accionariado ni cotizaciones en Bolsa, y mucho menos elección de mutualistas.
Este tipo de entidad surgió en Europa a principios del siglo XX, ante la necesidad de cubrir a los mutualistas en caso de accidentes. Abarca una amplia variedad de sectores, pero el automovilístico fue uno de los pioneros en utilizar esta fórmula. Luego se le sumaron otros como el sector del taxi o el de los agricultores.
Durante años este sistema sólido y unido ha funcionado en base a este equilibrio.
No obstante, hoy en día las mutuas ofrecen una amplia variedad de productos que se ajustan a los requerimientos de sus mutualistas.
Existen dos tipos:
- Mutuas de prima fija: en la que los asociados abonan la prima fija de forma periódica y previa a que se produzca el siniestro.
- Mutuas de prima variable: basado en el principio de reciprocidad, en el que cada asociado abona la cuota una vez que ya se ha producido el siniestro a modo de derrama.
Tanto en el formato de prima fija como en la variable, esas cuotas cubrirán las necesidades de los asociados afectados en caso de accidente o daños/pérdidas.
Esperamos que con este post te haya quedado más clara la diferencias entre mutuas y aseguradoras.
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